Queridas hermanas, amigos y colaboradores, todos estamos conmovidos y angustiados por las escenas de tanto sufrimiento que se están publicando en los medios de comunicación sobre lo que está ocurriendo en Ucrania desde hace tres semanas.
En todas las ‘Areas’ del Instituto hemos participado en el movimiento de respuesta al pueblo de Ucrania mediante la oración, los gestos de compasión y solidaridad, la firma de peticiones por la paz, la aportación de artículos básicos de alimentación, salud y ropa, y la apertura de nuestros hogares para ofrecer refugio a quienes huyen de la guerra y la destrucción. Aquí en el Generalato estamos respondiendo de diversas maneras, junto con otras organizaciones y congregaciones religiosas, incluyendo algunas que tienen comunidades que viven en Ucrania.
Sigamos haciendo lo que está en nuestra mano y rezando por el fin de la guerra y la violencia, por la paz, la justicia y la reconciliación.
Estaremos especialmente unidos al Papa Francisco y a los cristianos de todo el mundo el 25 de marzo, cuando el consagrar Ucrania y Rusia al Corazón Inmaculado de María.
Un abrazo afectuoso de todas nosotras en el Generalato.