«En un establo, en un pobre pesebre, los pastores y los reyes, que representan a toda la humanidad, se encuentran juntos…Sus ojos contemplan Jesús y sus lenguas enmudecen, pero con el corazón lleno de amor alaban y bendicen a Dios, que es fiel a sus promesas. Adoran y se maravillan ante el Verbo hecho pequeño, Dios en forma de niño pequeño.
Esta Navidad, pedimos a Jesús que nos dé la sencillez y humildad de los pastores y la fidelidad y generosidad de los Magos.» (Gailhac 17 dic 1878)