Fiesta del Corazón de María, 28 de junio de 2025

Posted junio 26, 2025

María, Mujer de Esperanza Profética

Queridas Hermanas, Colaboradores, Miembros de la Familia Ampliada del Sagrado Corazón de María y Miembros de la Red Global de Escuelas RSCM:

¡Reciban un cordial saludo! La fiesta del Corazón de María se celebra este año el 28 de junio, muy cerca de la apertura del 24º Capítulo General de nuestro Instituto. Muchas de nosotras viajaremos a Belo Horizonte en los próximos días, llevando en el corazón las esperanzas y aspiraciones de todas las RSCM y de todas las personas que comparten nuestra misión. A lo largo de este último año nos hemos preparado bien para este acontecimiento importante: hemos orado, soñado, reflexionado y explorado juntas el llamado a ser Mujeres de esperanza profética, caminando juntas, arriesgándonos a lo nuevo, para que todos tengan vida. Que nuestra celebración de la fiesta del Corazón de María sea un momento de gracia especial, en el que podamos detenernos a reflexionar sobre la persona humana que encarna más plenamente el tema y el llamado de nuestro Capítulo.

“Nuestro seguimiento de Jesús”, nos dicen nuestras Constituciones, nos llama a “mirar a María” (#3), “quien guardaba todas las cosas y las meditaba en su corazón…” (#56). Estamos llamadas a contemplar a “la mujer de fe” (#56), cuya respuesta al sorprendente mensaje del ángel Gabriel (Lucas 1,38) es un “salto de fe”, nacido de un corazón que discierne, de una forma habitual de afrontar los acontecimientos de su vida. Dos veces nos dice el Evangelio de Lucas que María “guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón” (Lucas 2,19. 52). Su corazón es contemplativo, sintonizado con la manera en que Dios actúa con ella y con su pueblo. En la “profunda receptividad de su fe” está “empoderada por el Espíritu para decir sí” (#3). Su respuesta a Gabriel es la respuesta de una mujer de fe y de esperanza profética.

En su presentación para la fiesta del Corazón de María 2024, la Hna. Luisa María Almendra, RSCM, reflexionó con nosotras sobre cuatro mujeres bíblicas cuyas acciones manifestaron una esperanza profética extraordinaria. Sobre María nos dice: “Es en su Magníficat donde María da voz a su profunda fe y esperanza en Dios”. El canto de María, nacido del encuentro con su prima Isabel, quien también está “llena del Espíritu Santo” (Lucas 1,42), proclama las “grandes cosas” que Dios ha hecho en su vida y en la vida y la historia de su pueblo: Dios ha “derribado del trono a los poderosos, ha exaltado a los humildes, y a los hambrientos los ha colmado de bienes…” (Lucas 1,45–53). Este es el “canto de un pueblo visitado por la gracia” (Papa León XIV, Homilía, 31 de mayo de 2025), que brota de un corazón que ha reflexionado sobre los caminos de Dios y ha aprendido a confiar en Él, incluso cuando no comprende del todo. A lo largo de su vida, María siguió confiando y diciendo sí a los planes de Dios, cumpliendo las esperanzas del pueblo de Israel y convirtiéndose para toda la humanidad en una mujer de esperanza profética.

Como María, estamos llamadas a discernir los caminos de Dios en nuestro tiempo: a escuchar su voz en nuestra experiencia y en la experiencia del pueblo, especialmente en el clamor de los pobres, los que sufren y los sin voz, y en el grito de la tierra. Se nos invita a reconocer la presencia de Dios en estas realidades y a encontrar en ellas signos y semillas de esperanza. La esperanza profética es exigente y costosa, pero “nos permite perseverar en la dificultad y el desánimo” (Jessie Rogers al CEL, nov. 2024). ¿Quién de nosotras no se ha sentido impotente o sin esperanza ante los innumerables sufrimientos de las personas en nuestro mundo hoy? ¿Quién no se ha sentido desanimada ante la incertidumbre del futuro de nuestro mundo o de la vida religiosa? Sin embargo, todas estamos llamadas a la esperanza. 

La esperanza se cultiva en el tiempo que pasamos en presencia de Dios, donde comenzamos a ver el mundo como Dios lo ve y permitimos que los sueños y esperanzas de Dios para nuestro mundo echen raíces en nuestro corazón (Jessie Rogers, ibídem). Crece con la escucha diaria de la Palabra de Dios, y, como María, al meditarla e interiorizarla, para que brille a través de nuestras decisiones, acciones y palabras. ¿Acaso se le hizo claro a María el camino del futuro? Ser una mujer de esperanza profética no significa que “sabía” lo que le depararía el futuro, sino que, con fe y confianza, estaba abierta a la forma que pudiera tomar para ella. Quizá esa fue la parte ‘profética’: decir sí, creyendo que, fuera como fuera el futuro, Dios caminaría con ella. Y nosotras, en este momento de Capítulo, estamos igualmente llamadas a esa misma esperanza profética. La planificación y preparación en las que nos hemos involucrado durante este último año fueron necesarias, una parte esencial del buen ejercicio de nuestra misión, pero la forma que tomará nuestro futuro aún no la conocemos. Nuestra esperanza profética, como la de María, significa que estamos dispuestas a escuchar la voz de Dios hoy y a acoger las cosas nuevas que Él está haciendo. Significa estar abiertas a probar nuevos caminos, nuevas direcciones. Significa que somos capaces de decir sí, como lo hemos hecho a lo largo de los años desde nuestra fundación, a la forma que el futuro tome. Sabemos que será diferente. Sabemos que será desafiante, como también lo fue la consecuencia del sí de María. Como ella, no lo sabemos con certeza, pero nuestra fe y esperanza, como las suyas, nos sostienen.

La Iglesia nos llama a caminar juntas en la esperanza, en estos tiempos difíciles de guerra y sufrimiento en nuestro mundo, “a buscar esperanza y ser signos de esperanza” (Papa León XIV, 26 de mayo de 2025). Al celebrar la fiesta de María, Mujer de Esperanza Profética, y al entrar en el Capítulo 2025, recordamos con profunda gratitud a tantas mujeres y hombres, del pasado y del presente, que caminan con nosotras y son verdaderos signos de esperanza profética en el mundo de hoy. Su testimonio nos inspira.

¡Muy feliz día de fiesta para todas y todos: Hermanas, Miembros de la Familia Ampliada del Sagrado Corazón de María, Miembros de la Red Global, Colaboradores y Amistades!

Les aseguramos nuestra cercanía, cariño y oraciones,

Maria do Rosário Durães, Monica Walsh, Sipiwi Phire, Ana Luísa Pinto, Maria Aparecida Moreira, Margaret Fielding

TIEMPO PARA ABRAZOS

julio 18, 2025

Durante la semana, las Delegadas vivieron un momento especial con la visita a la Comunidad Sagrado Corazón de María, que…

Ver Más