Durante la semana, las Delegadas vivieron un momento especial con la visita a la Comunidad Sagrado Corazón de María, que acoge a hermanas mayores en Belo Horizonte. El reencuentro entre las hermanas fue lleno de emoción, sonrisas y compartir afectuoso. La bienvenida y el espíritu de comunión envolvieron a todas, creando un ambiente de comunidad y gratitud. La alegría del encuentro era visible en cada mirada, en cada gesto, reflejando la belleza del carisma que nos une.
La celebración eucarística, vivida con gran alegría y fe, fue el momento culminante del encuentro, llenándonos de esperanza y renovando nuestro espíritu misionero. Tras la celebración, se compartió una cena preparada con mucho cariño. Fue una tarde bendecida para todas.
















